Participó en momentos de tensión en el club. Fue a principios del nuevo siglo, cuando José Vignatti, que llevaba 8 años al frente del club, había presentado la renuncia “indeclinable” pero la comisión directiva le otorgó el uso de licencia. José Miranda era vicepresidente primero y, en ese entonces, había asumido Eugenio Marcolín la titularidad del club. Hubo un par de hechos que en ese entonces dieron que hablar. Uno de ellos fue la llegada de Darío Cabrol a la institución. Otro, los encontronazos que Miranda tuvo, en ese entonces, con José Vignatti antes de que el presidente retorne para ocupar su lugar como máximo directivo sabalero.
A principios de 2001, el mismo Vignatti fue el que encabezó la gestión para que Darío Cabrol, quien en ese momento tenía permiso del Toulouse de Francia para gestionar la llegada a una institución por seis meses, se ponga la camiseta de Colón. Era algo impensado, llamativo por ese entonces teniendo en cuenta el grado de popularidad y cariño que había despertado Cabrol en Unión, donde había sido capitán y jugador emblema en aquellas campañas del ascenso de 1996 y los años posteriores en Primera antes de su venta al club francés.
Miranda tuvo que ver, al igual que Eugenio Marcolín que era el presidente, en darle el broche final a aquella gestión por la llegada de Cabrol a la institución.
Además, Miranda mantuvo algunos entredichos con Vignatti, algunos meses después, que nacieron fundamentalmente a partir de algunas decisiones que el presidente en uso de licencia había tomado respecto del pago al cuerpo técnico que encabezaba Ricardo Gareca.
“Cuando asumí como presidente, me propuse encauzar una situación realmente grave en lo institucional y llegar lo mejor posible a diciembre, que es la fecha de fin del mandato. La comisión directiva aceptó la colaboración de Vignatti, porque nadie desconoce su importancia. En lo único que no estuvimos de acuerdo fue en el tema de la continuidad de Gareca, y fui yo, fundamentalmente, el que tomó una decisión que era contraria a la de Vignatti. Por lo pronto, voy a charlar con Miranda, porque es un hombre valioso para el club, le tengo estima y creo que Colón y yo, personalmente, lo necesitamos”, declaró Marcolín a El Litoral el 1 de junio de 2001, en medio de un fuerte enfrentamiento de Vignatti con Miranda.
Su permanencia en Buenos Aires, porque también desempeñaba funciones en UDA, hacía que muchas veces colaborara con el club en la representatividad en Afa.
Fue un dirigente que dejó una huella y que trabajó activamente en aquellos tiempos de avatares deportivos e institucionales, pero de los que Colón siempre lograba reflotar. Su paso por el club no pasó desapercibido, ya que, desde lo deportivo, Colón consiguió consolidar una posición en la máxima categoría que se había puesto en duda cuando a principios del 2000 hubo que realizar una excelente campaña para mantenerse en Primera. Y Colón lo logró con un tercer puesto brillante de la mano de Piazza.
Fueron tiempos también en los que se culminó con la obra de la remodelación del estadio, razón por la que su permanencia en el club no pasó desapercibida. Y así lo hizo constar el club, que publicó lo siguiente: “El Club Atlético Colón participa con sumo pesar del fallecimiento de José María Miranda, quien fuera vicepresidente primero de nuestra institución. Acompañamos a sus familiares y amigos en este doloroso momento”.
Gracias por recordarlo de esta manera: narrando uno de tantos episodios ligados a los colores que tanto amaba. Siempre luchó para engrandecer la historia de su Colón, no le importaba el sacrificio, el tiempo ni lo material.,..si era para el club de sus amores. Desde...dónde sea que esté, gritará con el alma...el grito de GOOOLLL.
ResponderBorrarGRACIAS JOSÉ LUIS FERNANDEZ POR ESTE SINCERO HOMENAJE.,
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