La suspensión de las Eliminatorias sudamericanas evitó el viaje de sus estrellas y fue una muestra de fuerzas para impulsar la Superliga Europea, una liga exclusiva sin clasificación ni descensos, con la inversión del JP Morgan. La Selección Argentina debería jugar el martes próximo ante Brasil en Recife por las Eliminatorias a Qatar 2022, en el cierre de la doble fecha que hubiese iniciado el viernes ante Uruguay en Santiago del Estero. Pero Europa, centro de la industria del fútbol, se aprovechó del mundo en pandemia: negó la cesión de los futbolistas a las selecciones de Sudamérica con el argumento de que con la cuarentena obligatoria al regreso se perderían partidos. Un modo de señalar que ellos, los clubes más poderosos, les pagan los salarios millonarios en la burbuja económica en la que vive la pelota. La FIFA de Gianni Infantino cedió ante las ligas de la UEFA. De los 24 jugadores de la última convocatoria de Lionel Scaloni a la Selección, apenas tres no juegan en Europa. Se