Para el presidente electo, en la actualidad "todos los días la gente se empobrece y el Gobierno dice que está lucahando contra la inflación".
El presidente electo del Frente de Todos, Alberto Fernández, afirmó que si es electo, apenas asuma va a "recomponer" los salarios a través de paritarias y otorgar un aumento de las jubilaciones del orden del 20 por ciento y subrayó que se propondrá "dejar de pagar los intereses de Leliq que está pagando la Argentina todos los días".
"Para recuperar la Argentina hay que volver a encender la economía, como digo en la publicidad. Macri la apagó. El día que bajó el consumo mató a la economía. Hay que volver a encenderla poniendo en marcha el consumo. Y eso se resuelve poniendo plata en el bolsillo de los que trabajan y en el bolsillo de los jubilados", afirmó Fernández.
En declaraciones al programa El Destape, explicó: "Los cálculos dicen que el salario real y las jubilaciones cayeron entre el 15 y el 20 por ciento. Yo el 10 de diciembre voy a recomponer esos salarios y voy a recomponer las jubilaciones".
Fernández indicó que "ese es el modo de volver a poner activa la economía argentina" porque "todo lo demás es una ficción teórica".
Para el precandidato opositor, en la actualidad "todos los días la gente se empobrece y el Gobierno dice que está lucahando contra la inflación".
Planteó que a los asalariados hay que "volver a meterlos en paritarias que están paralizadas en la Argentina", en tanto que va a "pedirles a los empresarios y a los sindicatos que volvamos a recomponer el salario como condición básica para mover la economía".
"Vamos a dejar depagar los intereses de Leliq que está pagando la Argentina todos los días", afirmó además Fernández, al ser consultado sobre el financiamiento de esas medidas.
Señaló que el anuncio que hizo durante la campaña de que buscará que sean subsidiados los medicamentos de los jubilados puede ser financiado con 19.000 millones de pesos que son, según indicó "diez días de intereses de Leliq".
El encargado primario de la ejecución del plan es Claudio Moroni, futuro ministro de Trabajo y dirigente de la máxima confianza del mandatario. Moroni fue quien este martes se reunió con la mesa chica ampliada de la CGT y que, con el mismo objetivo, propiciará un encuentro en los próximos días con referentes del sector empresario. En esa línea perdió fuerza la posibilidad de instrumentar la suba a través de un decreto, a imagen y semejanza de los ajustes de sumas fijas no remunerativas que aplicó en su interinato el expresidente Eduardo Duhalde y que continuó su sucesor, Néstor Kirchner.
El diseño original de la medida contempla un alcance amplio aunque no universal. Además de los salarios de los trabajadores formales del sector privado, jubilados y beneficiarios de planes, estarán incluidos empleados estatales y eventualmente, municipales. Este último rubro demandará, en boca de los responsables del plan, de una gestión artesanal con intendentes de todo el país en general acostumbrados a pagar sueldos por debajo del promedio de públicos y privados.
La iniciativa tal como es presentada aparece lejos de suplir las negociaciones salariales. De hecho las subas eventualmente acordadas en el ámbito de debate general deberían servir como anticipos a cuenta y base de debate para las paritarias del año que viene. En cualquier caso la implementación de la medida contemplará como excepciones los casos de trabajadores cuyas paritarias estuviesen en plena ejecución y de gremios que hubiesen quedado en una situación de paridad con la evolución de la inflación.
En la CGT alegaron que hay unos ocho sindicatos (como los albañiles de UOCRA y la Asociación Bancaria) cuyas paritarias fueron resueltas sin pérdida de poder adquisitivo y con aumentos que se ajustaron en la misma línea que el costo de vida. Y aclararon, ya desde el mismo día en que Alberto Fernández se impuso a Macri en primera vuelta, que haría falta una equiparación de amplios sectores que habían mermado su capacidad de compra en la ronda 2019 de negociaciones salariales contra una inflación que apunta al 50 por ciento.
El Consejo Económico y Social que planifica el futuro gobierno deberá tener independencia del Ministerio de Trabajo (se presume que para entonces recuperará esa denominación) y una dinámica propia con resoluciones de carácter consultivo pero cuyo peso, en caso de contar con consenso entre empresarios y gremialistas, deberá hacerlas vinculantes.
La reunión de Moroni con la mesa chica de la CGT contó con la presencia de los principales sectores de la central, y con sus dos secretarios generales, Héctor Daer –el sindicalista más cercano a Alberto Fernández- y Carlos Acuña. Entre otros participaron Antonio Caló (metalúrgicos, UOM), José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), Omar Viviani (taxistas), Víctor Santa María (encargados de edificios), Sergio Sasia (Unión Ferroviaria), Sergio Romero (docentes de UDA) y Roberto Fernández (colectiveros, UTA) entre otros
El presidente electo del Frente de Todos, Alberto Fernández, afirmó que si es electo, apenas asuma va a "recomponer" los salarios a través de paritarias y otorgar un aumento de las jubilaciones del orden del 20 por ciento y subrayó que se propondrá "dejar de pagar los intereses de Leliq que está pagando la Argentina todos los días".
"Para recuperar la Argentina hay que volver a encender la economía, como digo en la publicidad. Macri la apagó. El día que bajó el consumo mató a la economía. Hay que volver a encenderla poniendo en marcha el consumo. Y eso se resuelve poniendo plata en el bolsillo de los que trabajan y en el bolsillo de los jubilados", afirmó Fernández.
En declaraciones al programa El Destape, explicó: "Los cálculos dicen que el salario real y las jubilaciones cayeron entre el 15 y el 20 por ciento. Yo el 10 de diciembre voy a recomponer esos salarios y voy a recomponer las jubilaciones".
Fernández indicó que "ese es el modo de volver a poner activa la economía argentina" porque "todo lo demás es una ficción teórica".
Para el precandidato opositor, en la actualidad "todos los días la gente se empobrece y el Gobierno dice que está lucahando contra la inflación".
Planteó que a los asalariados hay que "volver a meterlos en paritarias que están paralizadas en la Argentina", en tanto que va a "pedirles a los empresarios y a los sindicatos que volvamos a recomponer el salario como condición básica para mover la economía".
"Vamos a dejar depagar los intereses de Leliq que está pagando la Argentina todos los días", afirmó además Fernández, al ser consultado sobre el financiamiento de esas medidas.
Señaló que el anuncio que hizo durante la campaña de que buscará que sean subsidiados los medicamentos de los jubilados puede ser financiado con 19.000 millones de pesos que son, según indicó "diez días de intereses de Leliq".
Alberto Fernández negociará con empresas suba general de salarios y planes
El aumento del piso de ingresos que el futuro gobierno impulsará para trabajadores, jubilados y beneficiarios de planes podrá discutirse en el Consejo Económico y Social
La suba generalizada de ingresos que planifica Alberto Fernández para sectores postergados se intentará por consenso con el sector empresario. Será una de las primeras medidas económicas del futuro presidente y demandará, eventualmente, anticipar la convocatoria al Consejo Económico y Social. La medida, que ayer anticipó este diario, apuntará a aumentar como mínimo los salarios de los trabajadores de las categorías más bajas, y estará acompañada de un refuerzo de las jubilaciones y del valor de los planes sociales.
Descontado el apoyo del sindicalismo tradicional al plan, el próximo paso de los futuros funcionarios serán las entidades gremiales empresarias. Para este segmento, donde además de Moroni operará Santiago Cafiero, eventual jefe de Gabinete, se intentará un grado de formalidad en el compromiso para evitar nuevas frustraciones como las que representaron los “pactos de caballeros” establecidos por Mauricio Macri con las centrales patronales.
El adelantamiento en el llamado del Consejo Económico y Social, que estaba pensado en el diseño original de Alberto Fernández para una segunda etapa, sumó argumentos como una solución intermedia para darle más chances de éxito a la iniciativa. Para el equipo gubernamental un decreto representaría una señal áspera hacia el empresariado -además de remitir a un primer kirchnerismo- en tanto que un mero entendimiento sin formalidad alguna le quitaría efectividad. Otra opción, confiaron en el Frente de Todos, será convocar al Consejo del Salario Mínimo y ampliar de facto sus atribuciones, en general asociadas únicamente al ajuste en el piso de ingresos formales.El diseño original de la medida contempla un alcance amplio aunque no universal. Además de los salarios de los trabajadores formales del sector privado, jubilados y beneficiarios de planes, estarán incluidos empleados estatales y eventualmente, municipales. Este último rubro demandará, en boca de los responsables del plan, de una gestión artesanal con intendentes de todo el país en general acostumbrados a pagar sueldos por debajo del promedio de públicos y privados.
La iniciativa tal como es presentada aparece lejos de suplir las negociaciones salariales. De hecho las subas eventualmente acordadas en el ámbito de debate general deberían servir como anticipos a cuenta y base de debate para las paritarias del año que viene. En cualquier caso la implementación de la medida contemplará como excepciones los casos de trabajadores cuyas paritarias estuviesen en plena ejecución y de gremios que hubiesen quedado en una situación de paridad con la evolución de la inflación.
En la CGT alegaron que hay unos ocho sindicatos (como los albañiles de UOCRA y la Asociación Bancaria) cuyas paritarias fueron resueltas sin pérdida de poder adquisitivo y con aumentos que se ajustaron en la misma línea que el costo de vida. Y aclararon, ya desde el mismo día en que Alberto Fernández se impuso a Macri en primera vuelta, que haría falta una equiparación de amplios sectores que habían mermado su capacidad de compra en la ronda 2019 de negociaciones salariales contra una inflación que apunta al 50 por ciento.
El Consejo Económico y Social que planifica el futuro gobierno deberá tener independencia del Ministerio de Trabajo (se presume que para entonces recuperará esa denominación) y una dinámica propia con resoluciones de carácter consultivo pero cuyo peso, en caso de contar con consenso entre empresarios y gremialistas, deberá hacerlas vinculantes.
La reunión de Moroni con la mesa chica de la CGT contó con la presencia de los principales sectores de la central, y con sus dos secretarios generales, Héctor Daer –el sindicalista más cercano a Alberto Fernández- y Carlos Acuña. Entre otros participaron Antonio Caló (metalúrgicos, UOM), José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), Omar Viviani (taxistas), Víctor Santa María (encargados de edificios), Sergio Sasia (Unión Ferroviaria), Sergio Romero (docentes de UDA) y Roberto Fernández (colectiveros, UTA) entre otros
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