Hace unas pocas semanas, el 24 de marzo, los principales ejecutivos del grupo chino WH Group sostuvieron una conferencia telefónica en torno a sus utilidades. La compañía productora de cerdos más grande del mundo obtuvo, el año pasado, la asombrosa suma de
(Grain) Mundo - “Estamos operando todas nuestras plantas al 100% y estamos produciendo tan rápido como podemos”, señaló Ken Sullivan, Director Ejecutivo de la subsidiaria de WH Group en Estados Unidos, Smithfield Foods. “Creo que nuestros empleados, si bien algunos están preocupados, están agradecidos de tener empleo y recibir su cheque salarial, mientras que muchos en Estados Unidos temen perder sus trabajos o ya los perdieron”.
Dos días después de la llamada telefónica, se supo que un trabajador de la gran planta procesadora de cerdos de Smithfield en Sioux Falls, Dakota del Sur, había resultado positivo para el test de Covid-19. Smithfield no se inmutó: mantuvo la planta operando a toda su capacidad y ofreció a sus trabajadores, la mayoría de ellos inmigrantes, un bono de 500 dólares si no se reportaban enfermos ni faltaban.
Pero para el 9 de abril, el número de casos reportados de Covid-19 en la planta, se disparó a más de 80 y los trabajadores de Smithfield y la gente de Sioux Falls se preocuparon bastante. Se realizó una protesta en el exterior de la planta, usando automóviles, para apoyar a los obreros, luego de que muchos de ellos mostraron su preocupación por las inseguras condiciones de trabajo, como no proporcionarles cubrebocas y forzarles a trabajar muy próximos unos a otros. Bajo presión, Smithfield accedió a un cierre de tres días para hacer “limpieza” durante el fin de semana.
“Suspender la operación no es una opción. La gente necesita comer,” señaló Sullivan.
En los días siguientes, el número de trabajadores infectados en la planta continuó aumentando, y alcanzó el sobrecogedor número de 350 casos para el 13 de abril. La planta procesadora de carne de Smithfield, en este momento, daba cuenta de 40% de los casos de Covid-19 en el estado y llegó a convertirse en el peor foco de coronavirus en el país, con trabajadores que transmitían Covid-19 a sus familias y a sus comunidades y potencialmente mucho más lejos, a través de las extensas cadenas de distribución de la compañía. Solo después que el alcalde de Sioux Falls enviara una carta al Director Ejecutivo de Smithfield, Ken Sullivan, firmada también por el gobernador, urgiendo a la compañía a cerrar la planta por un mínimo de 14 días, Smithfield cedió, y accedió cerrar la planta por un periodo “indefinido”.
Smithfield justificó el daño ocasionado a la salud de sus obreros señalando que estaba protegiendo las necesidades alimentarias de los habitantes de Estados Unidos. “Seguimos operando nuestras instalaciones por una única razón: mantener el suministro de alimentos de nuestra nación durante esta pandemia”, declaró Sullivan a Bloomberg News.
Pero la realidad es que la mayor preocupación de Smithfield durante el año pasado fueron sus exportaciones hacia China, donde el precio del cerdo es cuatro a seis veces más alto que en EEUU. En junio de 2019, Smithfield comenzó a rediseñar sus operaciones en Estados Unidos para entregar carcasas de cerdo a China, que luego son procesadas en las plantas de WH Group en China. En los meses siguientes, los envíos de la compañía hacia China se triplicaron – lo mismo ocurrió con las utilidades de Smithfield.
Smithfield mantuvo el ritmo de sus exportaciones a China durante marzo y comienzos de abril, incluso después que las agencias gubernamentales de los EEUU habían ordenado hacer efectivo un confinamiento a nivel nacional y después de que la compañía tuviera conocimiento de los casos de Covid-19 entre sus trabajadores.
“¿Tenemos alguna obligación de producir primero para los clientes del país antes que producir para los clientes de las exportaciones?” preguntó Sullivan el 24 de marzo durante la conferencia telefónica sobre las utilidades. “Mi respuesta a esto es que podemos dar servicio a ambos mercados. Tenemos abundantes existencias. Tenemos grandes cantidades de cerdo en EEUU.”
Los precios del cerdo están inusualmente altos en China debido a otra pandemia global de virus, menos conocida, y que es letal para los cerdos, pero no para los humanos. La Peste Porcina Africana (PPA), un virus diseminado principalmente a través de carne y los piensos contaminados, que ya barrió con un cuarto de la población de cerdos del mundo durante el año pasado. China fue golpeada por la afección, de un modo gravísimo, y el propietario de Smithfield, el WH Group, jugó un papel crucial en su propagación.
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