Al principio, nadie de la comitiva quería preguntar ni a ella ni a Alberto Fernández. Terminada la agenda del primer día, alguien de confianza preguntó y Fabiola lo sorprendió con su respuesta.
Los rumores de embarazo de la primera dama Fabiola Yañez que circularon en redes sociales cruzaron la Cordillera de los Andes. Y en Santiago de Chile, algunos de los de la comitiva dudaban de consultar, felicitar, preguntar… O, como suele suceder con temas tan personales, dejar que sea aquel de más confianza quien tire la cuestión a los principales involucrados. De las fotos oficiales que circularon el martes del viaje oficial de Alberto Fernández a Chile, quienes intuyeron embarazo en redes, postearon en particular una foto. En la misa, en el rojo-coral del vestido de Fabiola Yañez, parecía dibujarse un contorno que -por lo visto- alentó la idea de embarazo.
Hay cuestiones técnicas de luz y de ángulos, en el caso de las fotos, y de texturas en el caso de la vestimenta que pueden “confabularse” para dar idea de embarazo. Por lo visto, todavía hoy, a ninguna mujer se le está habilitada otra alternativa que la maternidad si no exhibe una chatura abdominal de modelo o de deportista de elite. Terminadas las respectivas agendas de Alberto Fernández y de Fabiola Yañez en la primera jornada en Chile, alguien con estrecha confianza en la pareja le mostró la cuestión del “rumor de embarazo” entre las noticias que en redes -sobre todo- había de la visita y las reuniones con los anfitriones. Sonrisas y la frase “es pancita de cuarentena” fue la respuesta al asunto del rumor. Uno que como le sucede a muchos personajes varios, duró menos de 24 horas.
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